LA DEUDA MEDIOAMBIENTAL DE CHILE: ¿HABRÁ UN CAMBIO EN ESTE NUEVO PERIODO?
Chile está dando el ejemplo en el mundo y las noticias de los últimos meses han sido muy positivas como por ejemplo: La aprobación por parte de la Comisión de Energía del Senado, de modificar la ley 20.571 de Generación Distribuida, conocida también como “Net Billing”, ampliando el tope de potencia de 100 kW a 300 kW por empalme.
A este auge se suma otra buena noticia y es que este 2018 se proyecta que más del 80 por ciento de la energía que entre en operación, venga de estas fuentes no convencionales. Cifras que nos llenan de orgullo, pero que también implican un gran desafío para las autoridades de nuestro país y sobre todo para Sebastián Piñera y su nuevo gobierno, quienes no sólo deberá mantener estas cifras, si no que hacerlas crecer, para poner a Chile al nivel de los países desarrollados. En este escenario el principal desafío será mantener un marco regulatorio claro, el cual siente la confianza en los inversionistas y establezca las bases para la inversión privada, pero también, lograr que se incorporen de forma masiva los sectores vinculados a las PYMES y los sectores domiciliarios del país.
Pero ¿qué es más importante a la hora de mantener el crecimiento de las ERNC en nuestro país? ¿Necesitamos más recursos o más investigación? Ante el contexto actual. Ambos factores son fundamentales, Chile al ser considerado una potencia en este tipo de energías a nivel mundial, entrega el ambiente propicio para poder realizar investigaciones, pruebas y servicios en las plantas generadoras, pasos que son altamente necesarios para poder realizar los proyectos de investigación y desarrollo en esta materia. Esto, sumado a presentar un mercado en auge, asegura que la implementación y bases de estas investigaciones sean viables, por lo que una inversión del estado en investigación más que ser necesaria, puede entregar una oportunidad al país del esperado salto a la creación de tecnologías locales, estando a la vanguardia en el desarrollo e investigaciones en ERNC. Respecto al rol del estado y la inversión de este, más que una política de incentivos económicos o beneficios tributarios, la solución está encaminada en una inversión indirecta del Estado, destinando estos recursos en los organismos públicos para generar políticas y leyes que incentiven el uso de estas tecnologías; realizar una regularización y marco normativo claro; fiscalizar el cumplimiento de plazos y tareas necesarias a realizar por las distribuidoras para permitir la conexión de las planta de ERNC y la realización de la difusión de la tecnología mostrando la viabilidad de esta alternativa energética con ejemplos claros son el camino que debemos seguir para un Chile sustentable.
¿El mejor ejemplo? Realizar convenios de ERNC para los servicios básicos, como el metro de Santiago y realizar instalaciones de ERNC en edificios públicos, como la planta solar fotovoltaica en el Hospital de Rancagua, es una señal clara de confianza en la tecnología que entrega el estado y permite mostrar con datos comprobables los beneficios de éstos.
Nicolás Sanhueza
Project Manager | TRITEC-Intervento
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